Comenzó pintando cuadros de estilo naif y
posteriormente realizó obras abstractas en las que introdujo formas muy
diversas, realizadas con colores planos y un complicado sistema de líneas.
Desde 1952 incorporó a su pintura el automatismo y elementos surrealistas;
realizó también xilografías de influencia japonesa.
OBRA 1

En 1953 en la casa de un amigo, Hundertwasser pintó su
primera espiral. Este símbolo expresa su particular visión del mundo y su relación
con la realidad exterior. En el fondo de todo se encuentra el ser, la persona,
sus deseos y temores; sobre esta, pero siempre girando entorno a ella misma, se
van depositando capas de significaciones que lo relacionan con todo el
universo. Estas pieles, muchas veces olvidadas, nos conforman como individuos,
partes de una sociedad y miembros de un entorno natural.
Primera piel: la epidermis
Esa primera piel no sólo es la de la epidermis sino la de la
infancia: ese lugar en el que nos conformamos a nosotros mismos. Hundertwasser
decide aceptar esa su primera piel: “Como hijo único, me sentía responsable
hacia los demás, quería demostrarles que sabía pensar, actuar, ser… mejor”. Al
aceptar esos defectos, esa primera piel, aprende a aceptarse a sí mismo.
Segunda piel: La Ropa
Su ropa denuncia los tres males de la segunda piel: - La
uniformidad, la simetría en la confección y la tiranía de la moda
Tercera piel: El hogar
El que vive en una casa debe tener derecho a asomarse a su
ventana y a diseñar como le apetezca todo el trozo de muro exterior que pueda
alcanzar con el brazo. Así será evidente para todo el mundo desde la lejanía,
que allí vive una persona. Cualquier clase de diseño personal es mejor que la
estéril muerte. Nuestras casas están enfermas desde que existen planificadores
urbanos dogmáticos y arquitectos de ideas fijas. Todas estas casas, que tenemos
que soportar por miles, son insensibles, carecen de emoción, son dictatoriales,
crueles, agresivas, lisas, estériles, austeras, frías y prosaicas, anónimas y
vacías hasta el aburrimiento. Nuestras ciudades son la realización de los
caprichos dementes de arquitectos criminales que nunca hicieron el juramento
hipocrático de la arquitectura: me niego a construir casas que puedan dañar a
la naturaleza y a las personas.
Cuarta piel: el entorno
social y la identidad
ara Hundertwasser la identidad no estaba conformada sólo por
quien somos sino de quienes nos rodeamos, siendo la familia y los amigos el
círculo menor ampliándose hacia la vecindad, la región y el país.
Quinta piel: El entrono mundial, Ecología y Humanidad
Sus campañas siempre trabajaron en pro de la ecología, contra el
racismo y a favor de la paz sin adscribirse ni dejarse influir nunca por
partidos políticos o tendencias ideológicas. Su obra siempre fue la obra del
artista.
Video Hundertwasser:
OBRA 2: CATHEDRAL I

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